Y ahí estaba el viejito, el abogado, el fiscal del juicio a las juntas. Hoy sigue siendo un ejemplo viviente de huevos y convicción.
El Dr. Julio César Strassera estuvo en Salta, unos días antes de la muerte del padre de la democracia. Vino a recibir el Doctorado Honoris Causa que impulsó la Franja Morada desde la Facultad de Humanidades de la UNSa.
Y vino, y estuvimos ahí, gritando a los cuatro vientos que "nunca mas", que somos la vida y que somos la paz, y que seguimos inclaudicablemente en la lucha de los derechos humanos y creyendo en la democracia. Por que sabemos bien que sacar unos cuadros del colegio militar no significa nada... y que la bandera de los derechos humanos no es del matrimonio K, mucho menos sabiendo que en sus filas bonaerenses confluyen con el hijo de puta de Aldo Rico.
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